En un ámbito educativo se encarga de explicitar los propósitos, objetivos y metas de la educación. Esta práctica nos permite definir límites en cuanto a contenidos nos referimos, así mismo establece lo que hay que hacer y los recursos que deben ser utilizados. Es importante crear estrategias que nos ayuden a cumplir los fines propuestos en un inicio.
Se debe se considerar como primer factor un diagnóstico para
conocer la situación inicial, posteriormente y partiendo de ahí proceder a un
diseño y estructuración de diversas actividades que contribuirán a anticipar
nuestro objetivo, y como punto final una evaluación que nos ayude a predecir el
logro de nuestros propósitos o el cómo será calificado nuestras actividades a
lo largo del recorrido académico.
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